La pena de muerte para infracciones de la legislación antidroga: Una violación del derecho internacional sobre los derechos humanos (informe de Rick Lines)
stopthedrugwar/ Treinta y dos países tienen dispositivos de pena de muerte para delitos de drogas en vigor, en su mayoría en África del Norte, el Oriente Medio y Asia. Aunque la pena de muerte esté reservada normalmente para ventas, tráfico o manufactura de drogas, las cosas no siempre suceden así, y, en algunos países, la simple tenencia puede justificarla.
El número de personas ejecutadas por delitos de drogas es fácilmente del orden de cientos, quizá aún más, todos los años. En el mes anterior, sólo Vietnam ha condenado más de 40 personas a muerte por delitos de drogas, en tanto que desde Irán viene un firme martilleo de anuncios de la agencia estatal de noticias de que otro traficante o dos o tres han sido ahorcados. China es famosa por realizar ejecuciones públicas masivas de infractores de la legislación antidroga, mientras que, en Singapur, decenas de ellos se enfrentan al carrasco todos los años.
Esas matanzas violan el derecho internacional sobre los derechos humanos. Aunque el derecho internacional no prohíba la pena capital, sí la limita significativamente. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos dice que la pena de muerte puede ser aplicada solamente a los “crímenes más graves”. Tanto el Comité de Derechos Humanos de la ONU como el Relator Especial sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias han fallado que los delitos de drogas no constituyen los “crímenes más graves”, lo que convierte las ejecuciones de infractores de la legislación antidroga en una violación del derecho internacional.
La cifra exacta de ejecuciones no es conocida. O los países no proporcionan detalles sobre ella o no hacen desgloses de las causas de los ajusticiamientos.
“Es imposible llegar a un total anual preciso de las ejecuciones por delitos de drogas porque algunos países – China, por ejemplo – no lanzan detalles sobre la cifra de ejecuciones que llevan a cabo todos los años”, dijo Rick Lines, analista de la Asociación Internacional de Reducción de Daños (IHRA, por la sigla en inglés) y autor del informe La pena de muerte para infracciones de la legislación antidroga: Una violación del derecho internacional sobre los derechos humanos. “Aunque no podamos llegar a una cifra exacta, basta con decir que, en algunos países, como se ha detallado en el informe, los infractores de la legislación antidroga constituyen un porcentaje considerable de todos los ajusticiamientos cada año, entonces esta cuestión es de suma importancia en algunos de ellos”.
Aunque la tendencia mundial sea claramente hacia la abolición de la pena capital – el número de países que tienen pena de muerte ha disminuido firmemente a lo largo de los últimos 20 años –, al mismo tiempo, el número de países que poseen leyes que cuentan con la pena de muerte para delitos de drogas ha aumentado”, prosiguió Lines. “Eso va totalmente en contra de la tendencia general hacia lejos de la pena capital. Creo que es una cuestión en que podemos casi medir empíricamente los efectos negativos de la guerra contra las drogas sobre los derechos humanos”.
Lines dijo que es tiempo de actuar. La IHRA va a trabajar con grupos de derechos humanos y su red internacional de grupos regionales de reducción de daños para poner la cuestión en el candelero este año.
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