Free Burma. La prohibición financia la represión

free-burma.jpgBlogers de todo el mundo desarrollaron el jueves 4 de octubre una acción para apoyar la revolución pacifica en Birmania. Colocaron un banner en señal de paz y de simpatía con esta gente que está luchando contra su régimen cruel sin armas.

Dos hermanos

Había una vez dos hermanos que cultivaban juntos la tierra y siempre compartían las cosechas. Un día, uno de los hermanos se despertó durante la noche y pensó: «Mi hermano está casado y tiene hijos. A causa de esto tiene necesidades y gastos que yo no tengo. Así que iré y pondré unos cuantos sacos míos en su bodega, lo cual es más que justo. Haré esto al amparo de la noche, no sea que, a causa de su generosidad, no quiera aceptarlo». Cambió los sacos y volvió a la cama.

Poco después el otro hermano despertó y se dijo: «No es justo que yo tenga la mitad de todo el maíz de nuestra tierra. Mi hermano, que es soltero, carece de los placeres de tener una familia y, por lo tanto, trataré de compensarlo pasando algo de mi maíz a su bodega». Y así lo hizo.

A la mañana siguiente cada uno quedo sorprendido al ver que tenía el mismo número de sacos en sus bodegas y, sin que ellos pudieran comprender cómo, año tras año el número seguía siendo el mismo aun cuando, a escondidas, los cambiaban.

Generalmente, el hombre piensa de una forma contraria a ésta, aunque lo niegue. Tiene miedo y una especie de rencor ante el hecho de que puede obtener una porción menor de lo que le corresponde y siempre estima que merece mucho más de lo que recibe. Es por esta forma equivocada de pensar por lo que se encuentra en el estado en el que lo vemos hoy.

Cuento sufí.

Represión

Myanmar vive durante estos días la mayor protesta que se ha producido en el país desde el golpe de Estado de 1988 que llevó al poder a la Junta Militar.

La ya conocida como revolución del azafrán, en referencia al color de la túnica de los monjes, que de forma multitudinaria han participado en las manifestaciones, ha recibido un gran apoyo social, a pesar de las amenazas de la Junta Militar, que ha enviado al ejército a reprimir la revuelta. Por el momento, no hay acuerdo con respecto al número de víctimas mortales. Según el Gobierno birmano, han muerto 10 personas aunque fuentes diplomáticas y grupos disidentes elevan a 200 la cifra.

Las sospechas de destrucción de poblados birmanos y la consiguiente construcción de campos militares han podido ser confirmadas gracias a las imágenes por satélite que ha proporcionado la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, en sus siglas en inglés) a partir de las denuncias realizadas por organizaciones birmanas, que han acusado al ejército de quemar aldeas y de forzar el desplazamiento de poblaciones enteras.

Indiferencia

Nela Matas Llorente/ Birmania es un país tranquilo y amable, con gente maravillosa que sobrevive dignamente sin perder nunca la sonrisa. Sus monjes son omnipresentes y transmiten una austera espiritualidad que nada tiene que ver con nuestro católico boato.

Pero en Birmania no hay supuestas armas de destrucción masiva, ni siquiera se sospecha que amenazantes terroristas pudieran estar escondidos en sus frondosos bosques, no tienen previsto introducir la asignatura de Educación para la Ciudadanía en sus programas escolares.

Quizás por ello, su pacífica lucha por la democracia no parece provocar reacción alguna en los poderes fácticos de la esfera internacional. ¿Dónde está la Iglesia? ¿Dónde la presión de la UE para que China deje de apoyar a una junta militar ilegítima? ¿Las tropas americanas? Ésta sí que es una buena causa.

Napydaw, una nueva capital financiada por el narcotráfico

EFE/ Las principales empresas de Birmania se nutren del tráfico de drogas, y ayudan a financiar las extravagancias de la dictadura, como la construcción de la nueva capital.

La capital administrativa desde el pasado año fue construida en un agreste territorio situado a unos 400 kilómetros de Yangon por las empresas que a la sombra de la Junta Militar prosperaron gracias al negocio del narcotráfico y a la mediación en operaciones de compra de armamento para el Ejército birmano.

Asia World, compañía propiedad del birmano de origen chino Lo Hsing Han (amnistiado por el régimen después de que fuera condenado a muerte por tráfico de droga) , a quién la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) y cuerpos policiales de diversos países consideran uno de los mayores narcotraficantes del sudeste de Asia, recibió del Gobierno militar la mayor parte de los contratos de construcción.

Este empresario de dudosa reputación juega a menudo al golf en un exclusivo club militar de las afueras de Yangon, al que además de los generales, también a veces acude Khun Sa, a quién la DEA llamó e su día el «Pablo Escobar» del sudeste de Asia.

Khun Sa se encuentra bajo protección de los militares desde que en 1996 pactó en secreto con la Junta Militar la entrega de su cuartel general en Hmong, y de su «ejercito» particular, integrado por unos 30.000 guerrilleros. Desde entonces, Khun Sa reside en una lujosa villa de las afueras de Yangon.

Los favoritos del general Shwe

Otra de las empresas birmanas que participaron en la construcción de infraestructura de defensa y civil que la Junta Militar encargó para instalarse en Napydaw, es Htoo Trading Company, la principal suministradora de material bélico del régimen.

El jefe de la Junta Militar, general Than Shwe, de acuerdo a diferentes versiones, tiene predilección por esta empresa a cuyos propietarios, los hermanos Htoo, presentes en casi todas las fiestas y a banquetes privados que celebra la familia Shwe.

Los Htoo tienen negocios relacionados con la hostelería y la exportación de madera de teca, jade y piedras preciosas, ha intervenido en las mayores operaciones comerciales de compra de armas llevadas a cabo por la Junta Militar desde 2002, incluida la compra de aviones de combate MiG-29 y helicópteros rusos.

La producción y el tráfico de heroína en la montañosa región birmana del «Triángulo de Oro» ha resurgido con brío desde que subió el precio de la droga, después de varios años de escasa demanda internacional. En los laboratorios clandestinos situados en la frondosa jungla del norte y noreste de Birmania, el precio de la heroína es ahora diez veces superior al de hace una década, cuando los «ejércitos»del narcotráfico optaron por buscar mayores beneficios económicos con la fabricación de anfetaminas.

Fuente: elpais.com

Imágenes en flickr en la galería de GODa y en la galería de parri67 respectivamente.

 

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