En Angola vi que los jóvenes están todo el día fumando canutos, bebiendo cervezas y bañándose en el mar. Pensé: «Joder, ése es el sabor de toda mi vida». Así respondía Miquel Barceló cuando Miguel Mora, para el diario El Pais, le preguntaba por su edad. Según el periodista, el humor de Miquel Barceló es irresistible. Breve, directo, irónico, con su acento medio mallorquín, medio francés, todo lo que dice demuestra una sabiduría sencilla, esa facilidad compleja del sabor rural.
En esta conversación informal, la mitad ante un whisky con hielo en un hotel y la otra mitad en un coche rumbo al Casino de Estoril, Barceló habla de forma distendida sobre algunas de sus pasiones.
Miquel Barceló está pintando actualmente en Ginebra la cúpula de la sala XX de la sede de la ONU, 45 metros de diámetro, 1.500 metros cuadrados. La imagen muestra al artista en pleno proceso creativo. Corresponde al performance Paso doble que protagonizó en 2006 en el Festival d’Avignon junto a Josef Nadj. Christophe Raynaud de Lage es el fotógrafo.
Cervezas,canutos,agua de mar y del cielo, colores, materia, sueños…
Bien por Miquel Barceló! Me gusta su arte, tan repartido de maneras y materiales, expresivo y profundo, rápidamente te abre una puerta al mundo interior de cada cual, con el hilo conductor de su fuerza.
ya estamos con el comentario progre…